sexta-feira, 11 de maio de 2012


 TE RECUERDO COMO ERAS EN EL ÚLTIMO OTOÑO

Pablo Neruda

Te recuerdo como eras en el último otoño.
Eras la boina gris y el corazón en calma.
En tus ojos peleaban las llamas del crepúsculo.
Y las hojas caían en el agua de tu alma.
Apegada a mis brazos como una enredadera,
las hojas recogían tu voz lenta y en calma.
Hoguera de estupor en que mi sed ardía.
Dulce jacinto azul torcido sobre mi alma.
Siento viajar tus ojos y es distante el otoño:
boina gris, voz de pájaro y corazón de casa
hacia donde emigraban mis profundos anhelos
y caían mis besos alegres como brasas.
Cielo desde un navío. Campo desde los cerros.
Tu recuerdo es de luz, de humo, de estanque en calma!
Más allá de tus ojos ardían los crepúsculos.
Hojas secas de otoño giraban en tu alma. 



Para hoje temos café, muitos textos para ler, trabalhos acadêmicos e Neruda, quem quiser me acompanhar, puxe uma cadeira. Podemos prosear nesse tom que só a língua hermana tem, estalando e grifando o que se sente. 
Neruda, meus caros, para falar do outono que se vai, Neruda para nascer aves que não temam o arrebol, elas devem voar sob a luz que se esvai e Pablo deve adentrar os ouvidos como o fim da saudade. É o que lhes ofereço hoje. 

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